El pájaro loco




Este famoso personaje ha sido principal de 197 cortos y 350 películas de dibujos animados. En 1978, La Academia otorgó a Walter Lantz un Oscar Honorífico por su contribución al cine animado y por el Pájaro Loco. Listado de Oscar Honoríficos 

La serie comprendía episodios de media hora que presentaba cortos no sólo de Woody Woodpecker El Pájaro Loco, sino también de Andy Panda, Chilly Willy, Inspector Willoughby (El Bigote que Investiga), Wally Walrus (Pablo Morsa) y muchos más. 

En la década de 1940, la personalidad del Pájaro Loco era decididamente extrovertida, alocada, y desprejuiciada, abrumando a su ocasional adversario con bromas, gags, y chistes, todos en rápida sucesión y adornados con la risa característica del personaje. 

Estos rasgos y el realismo de sus historias cómicas le valieron gran popularidad al Pájaro Loco entre el público, pero las "locuras" del personaje debieron ser paulatinamente reducidas a partir de la década de 1950 cuando el Pájaro Loco empezó sus apariciones televisivas y sus directores debían cumplir las normas federales de protección a los menores: las manifestaciones (o insinuaciones) de violencia, tabaco, alcohol o sexo casi desaparecieron.


Aunque los rasgos físicos del Pájaro Loco variaron con los años, sus rasgos prominentes -la cabeza roja, en particular, el pecho blanco y el comportamiento agresivo- lo asemejan al pájaro carpintero cabecirrojo (Melanerpes erythrocephalus), una especie endémica de las regiones orientales de los Estados Unidos.

Posee, posiblemente, la risa más famosa en la historia de los dibujos animados: su inconfundible «¡jejejejéje!». Es muy rápido, imprevisible, revoltoso, alocado, estrepitosamente divertido y extremadamente identificable.

El personaje del Pájaro Loco fue considerado en EE.UU. como el más políticamente incorrecto y audaz de su tiempo.[cita requerida] En una época cuando las historietas intentaban promover un mensaje positivo o educativo, el Pájaro Loco rompía tabúes; en sus historietas había insinuación sexual y un consumo desenfrenado de tabaco y alcohol.

En su segunda etapa, Loquillo (Pájaro Loco) llegó a España más moderado. Cambió su aspecto físico, pero rompiendo también los moldes establecidos en las historietas animadas que se pasaban por TVE.